Freire sabía que contar anécdotas e historias suponía un método eficaz cuando las teorías elaboradas fracasaban, y así creaba un vínculo entre orador y público, generando una mínima complicidad para fortalecer ese lazo; porque son en las historias, en el reconocimiento con el otro, donde los vínculos se fortalecen. Esa era la pedagogía del amor que el brasileño Paulo Freire difundía e intentaba expandir.
I Paulo Freire fue un pedagogo brasileño, nacido en las puertas de la década del 20. Conoció la pobreza y el hambre durante la crisis de 1929, experiencia que formaría sus preocupaciones por los excluidos y le ayudaría a construir su perspectiva educativa.
Para poder comprender lo que significa Freire y lo que propone como educación, quizás sea fundamental conocer el contexto que ha vivido, ya que es a partir de él que surgen sus propuestas. No voy a extenderme realizando una biografía de Freire, pero sí decir que su obra contiene las nuevas y revolucionarias ideas que surgen en la América Latina en los años ‘60.
Sus primeros trabajos tienen que ver con la educación de las poblaciones pobres de su país. Freire contempla los traumas y dificultades por los que atraviesa la gran mayoría de los hombres campesinos del norte de Brasil, producto de una educación alienante que lleva al pueblo a vivir su condición de miseria y explotación con una gran pasividad y silencio. Ante esta realidad, Freire plantea que el hombre debe ser partícipe de la transformación del mundo por medio de una nueva educación que le ayude a ser crítico y lo lleve a vivir sus experiencias como algo completo de valor.
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