Conocer para elegir

Por M. Lara Palazzo

(La siguiente nota ha sido modificada para su publicación web. Para leerla completa, adquirí la edición impresa de PostaData en sus puntos de venta.)

Vivimos inmersos en un mar de sonidos, en todo momento y lugar. Naturalmente buscamos la música, la que nos acompaña en las distintas circunstancias de nuestras vidas; en una película, una obra de teatro, una exposición así como también en la primera comunicación entre una madre y su hijo.

En casi doce años de desempeño como docente de educación musical, he atravesado diversas situaciones en la tarea cotidiana. A la hora de presentar una consigna, la aceptación del alumnado suele diferir notablemente según la edad promedio del grupo en cuestión.

Normalmente, al querer abordar el conocimiento, apreciación o ejecución de alguna obra perteneciente al estilo académico (más conocido como clásico), me he encontrado como primera reacción en niños de nueve años en adelante con expresiones como: «Que aburrido», «Que feo», sin siquiera poder finalizar en una primera clase una simple audición.

Contrariamente, en alumnos más pequeños la respuesta suele ser totalmente diferente; éstos manifiestan en la mayoría de los casos, agrado y buena recepción frente a la diversidad de estilos. En esta etapa del desarrollo, la sensorialidad auditiva y la afinación en el canto se encuentran en su mayor plenitud, acompañadas por un oído absolutamente receptivo al estímulo sonoro, indistintamente si pertenece a uno u otro estilo.

Cómo es posible entonces que un niño de hasta siete u ocho años de edad se sensibilice profundamente al escuchar un fragmento de una sinfonía de Mozart, o las famosas «Cuatro estaciones» de Vivaldi , se permita jugar, dar rienda suelta a sus movimientos corporales, y tan sólo uno o dos años más adelante le resulte «feo», «aburrido» y «desagradable». Es difícil comprenderlo y debemos preguntarnos el porqué.

Dejando de lado el desarrollo natural del niño que modifica sus intereses y traslada su atención hacia distintos ejes, existe el factor externo, que tal vez inconscientemente, lo condicione a la hora de elegir libremente si un motivo o frase musical resulta ser de su agrado o no.

2 comentarios:

Shajú's Goomias dijo...

Hola.
Que tema tan interesante. Lástima que solo colocan un fragmento de la nota.
Salud
Daniel Paparulo

Postadata dijo...

Daniel: gracias por haberte gustado (o no- tambien hubiera sido un gracias-), no subimos las notas completas porque la revista sale en papel, y si bien el fin de la pagina es que todos tengan acceso, no hay como el papel para sentir una lectura (al menos para nosotros). Ahora bien, el papel, en sí, cuesta, asi queeeee los tentamos asi como mucho para que despues, verifiquen los puntos de venta y vayan corriendo lo mas rapido posible y la compren ... saludos!

pd: aca en la pagina encontras a un costado los puntos de venta... por las dudas digo :P