Mirame y no me toques, pero MIRAME

Por Brenda Hardenack

(La siguiente nota ha sido modificada para su publicación web. Para leerla completa, adquirí la edición impresa de PostaData en sus puntos de venta.)

Los conceptos de belleza y de fealdad no son nuevos en estos tiempos, a lo largo de la historia de nuestras sociedades los estereotipos de lo que se considera lindo y feo atravesaron por parámetros diferentes.
Cristalizados en la pintura, la fotografía, el cine y desde hace unos pocos años en la televisión. Este último medio, característico de la exposición de estereotipos.
Hoy la televisión pone en el tapete un concepto corporal caracterizado por otros parámetros; sin ir más lejos en nuestros días esos cuerpos corpulentos que se observan en distintos obras pictóricas, son vistos como «feos» ya que los conceptos de belleza o de fealdad son construcciones sociales que van cambiando a medida que las sociedades van cambiando sus valores. Es así que lo que en tiempos de ataño se lo consideraba de una determinada manera, en la actualidad su connotación puede llegar a ser lo opuesto.
Para poder entender la influencia que ejercen los medios masivos en el imaginario social me gustaría detenerme en las teorías comunicacionales más características de cada época.
En 1920, la teoría de la aguja hipodérmica planteaba que la manipulación es posible, porque es factible crear un estímulo, un mensaje, tan fuerte que se «inyecte» (de ahí el nombre de «hipodérmica») en los individuos. Entre el emisor y el receptor, entre el estímulo y la respuesta, no hay ninguna intermediación que impida conseguir los objetivos, hay una relación directa de causa-efecto, algo mecánico, un vacío. De modo que la manipulación es posible porque frente a un poder enorme de medios de comunicación de masas no hay ningún elemento de resistencia. A su vez, en los años cuarenta con el desarrollo del cine como industria cultural surge los postulados de «La Escuela de Frankfurt» que manifestaban que el cine al formarse como industria es manejado por la ideología dominante y de esa manera generara una influencia absoluta sobre una sociedad totalmente alienada sin poder de decisión y de pensamiento sobre lo que veían en la pantalla de los cines. Mientras que con los estudios culturales se comienza a postular una concepción del receptor como no-pasivo, de tal forma que las culturas no son entes alienados sin poder de discernir lo que ven. De todas maneras, no niegan la manipulación que ejercen los medios, pero plantean que la gente hace cosas con esa manipulación, no toman todo tal cual se lo dan. Es así, que piensan que se debe hacer hincapié en los estudios de las culturas para ver qué es lo que toman y qué lo que dejan.
Ahora bien, para volver puntualmente a los concepto de belleza que están presente en dichos medios no debemos negar que en los distintos géneros televisivos, hoy más que nunca, se hace presente un estereotipo de belleza determinada y todo lo que se considera feo no tiene permiso para estar presente en dicho medio. No tenemos más que mirar una telenovela, un programa de la tarde, o un programa como «Show Match», para poder observar que los estereotipos de belleza son los factores característicos de dicha programación, donde todo pasa por la imagen. De todas maneras, es necesario mirar qué sucede en nuestras sociedades ya que todo pasa por un anhelo de lograr la eterna juventud, a través de distintas cirugías estéticas, distintos tratamientos estéticos, gran cantidad de ejercicios y poca alimentación. Y como digo al comienzo al ser la belleza y la fealdad construcciones sociales hoy por hoy los parámetros de belleza son éstos y lo feo no tiene consideración alguna en nuestras sociedades, sin que exista la mera posibilidad de detenerse a pensar que en lo que se considera «feo» también se puede encontrar hermosura como así también la fealdad de hoy podrá ser belleza en un futuro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente nota. Me gustó mucho y me llama a la reflexión.
Por que nos dejamos llevar por los etereotipos que se generan en los medios masivos?
Por qué consideramos como válidos a los parámetros de belleza poco realistas que vemos en televisión?